¿Y dónde están los billetes de $2.000?: se lanzaron hace dos meses, pero no se ven

Hace dos meses el Banco Central anunció que comenzaron a circular los nuevos billetes de máxima denominación, los de $2.000 que homenajean a la medicina argentina, pero hasta ahora prácticamente no se ven en la calle, y los datos oficiales corroboran que hoy apenas representan el 0,6% del total del circulante del dinero.

Esto quiere decir que la cantidad actual de papeles con las imágenes del Instituto Malbrán, la Dra. Cecilia Grierson y el Dr. Ramón Carrillo son 47,3 millones de unidades.

Una cifra que queda muy diminuta si se la compara con los 3.881 millones de ejemplares de los billetes de $1.000, que representan alrededor del 46% de todos los pesos que se encuentran en la calle y en los bancos.

Por lo tanto, la relación es que por cada billete de $2.000 que se ve hay 82 papeles de $1.000. Una diferencia que luce enorme, más allá que la denominación que tiene el dibujo del hornero, y ahora también se encuentra la versión con José de San Martín, tiene más tiempo en circulación porque nació hace más de 5 años.

Más allá que es muy baja la cantidad de los billetes de la nueva máxima cifra, también varios sectores ponen en relieve el poco valor que representa este papel, ya que ni siquiera alcanza para comprar una pizza grande, un kilo de helado o una caja de alfajores Premium de 6 unidades.

De hecho, si se toma la cotización del dólar en el mercado libre, uno de $2.000 representa apenas u$s3,8, mientras que los países vecinos tienen denominaciones máximas mucho más altas, que equivalen hasta u$s50, como ocurre en Uruguay.

Es que la inflación mensual, por encima del 6%, genera que los pesos argentinos pierdan de forma constante su poder de compra.

En consecuencia, hoy su valor debería ser de un 50% más para equiparar a "aquél" papel de $2.000 anunciado a fines del 2022. Hecho que refleja cómo el alto nivel del índice de precios al consumidor (IPC) lo fue "debilitando" y la poca utilidad que tuvo para el Gobierno haber lanzado esta denominación, que ni siquiera todavía tiene una presencia masiva en la calle.

Billete de máxima denominación requerido

Desde los diversos sectores económicos consideran que para el correcto manejo de efectivo en comercios, bancos y cajeros automáticos se requieren billetes con una denominación mucho más elevada que la de $2.000 presente. 

Es que tener el papel más alto con tan bajo poder de compra, genera que se necesite utilizar mucha cantidad de unidades monetarias para comprar productos y servicios que poseen montos bajos. Algo que lleva a la necesidad de trasladar y almacenar grandes volúmenes de papeles sin un valor significativo.

También genera que los cajeros automáticos se vacíen más rápido, debido a que cada vez se requieren más billetes para adquirir los mismos ítems de siempre.

Incluso, hace pocas semanas, la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (FECOBA) publicó un comunicado en el que se queja abiertamente de este problema: "La decisión del gobierno nacional de emitir y poner en circulación un billete de 2000 pesos no resuelve el serio problema transaccional que atraviesan los comercios en su actividad diaria, aquejados por una gran circulación de dinero en efectivo que eleva los costos operativos".

En resumidas cuentas, para igualar en la actualidad al valor que tenía el billete de $1.000 apenas nació a fines de noviembre de 2017, si se ajusta por la inflación acumulada a la cifra mencionada, hoy se debería tener un papel de máxima denominación de $14.630.